Con casi 100 años de historia (1933) el Colegio Amadir de los Ríos, en el Paseo Marqués de Zabra, 16, presentaba serios problemas en su estructura por humedad. Humedad por capilaridad que podía afectar a la salud del alumnado. Se necesitaba aplicar un tratamiento efectivo e inonuo que terminara con dichos problemas y mejorara la habitabilidad de las aulas.